Trasplante de hígado en una persona con trastorno consumo de alcohol (TCA)
Generalmente las enfermedades hepáticas como la enfermedad de hígado graso o una hepatitis B o C, entre otras, cuando no son atendidas adecuadamente, podrían evolucionar a enfermedades hepáticas mortales como el cáncer de hígado o una cirrosis que, para lograr sobrevivir, tendrían que recurrir a un trasplante de hígado. Para este paso, los pacientes deben ser incluidos en listas de espera para recibir un órgano sano y así poder salvar sus vidas. Dichas listas tienen su orden de prioridad dependiendo de la gravedad de la enfermedad y estado clínico del paciente, así como encontrar un donante compatible. Las personas en espera pueden tardar años para recibir un hígado y la mayoria muere esperando en una lista para trasplante. En décadas pasadas, las personas con enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol solían tener dificultades para ser incluidas en las listas de espera para trasplantes de hígado. Si bien su enfermedad hepática podia no estar relacionada con el consumo de alcohol, aquellos que necesitaban un hígado debido a su consumo de alcohol solían ser rechazados de plano como política estándar. Eso ha cambiado y la enfermedad hepática alcohólica es ahora la principal causa de trasplante de hígado en los Estados Unidos, según un nuevo estudio.
El consumo de alcohol ha superado a la hepatitis para los trasplantes de hígado, lo que obligó a los cambios para determinar quién tiene prioridad en las listas de espera. Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) examinaron todas las causas de los trasplantes de hígado que se realizaron entre 2002 y 2016, que incluyeron a casi 33.000 pacientes, utilizando datos de la Red Unida de Intercambio de Organos. Los trasplantes de hígado relacionados con el alcohol inicialmente representaron un poco más del 15 % de todos los trasplantes, pero para el 2016, ese número llegó a casi el 31 %.
Si bien existen numerosas teorías para ese aumento, incluidos los cambios en las actitudes hacia la adicción al alcohol y la duración necesaria de la sobriedad antes del trasplante, los investigadores de la UCSF dicen que una política nacional que aborde estos problemas podría ayudar a estandarizar los procedimientos. Este estudio fue publicado en la revista JAMA Internal Medicine Trusted Source.
Según el estudio, anteriormente las hepatitis B y C eran las razones más comunes para los trasplantes de hígado, pero gracias a una combinación de vacunas y tratamientos efectivos, esas tasas han disminuído y se redujo la necesidad de trasplante de hígado por esas causas, mientras que la enfermedad hepática relacionada con el alcohol se encuentra actualmente en el primer lugar de la lista.
Los investigadores remarcan que la enfermedad hepática grasa no alcohólica, que se ha relacionado con la obesidad y las dietas altas en harinas y azúcar, probablemente ganará el primer lugar pronto. Por ahora, debido al aumento de los trasplantes de hígado relacionados con el consumo excesivo de alcohol, o al menos a aquellos cuyo hígado tiene más dificultad para procesar el alcohol y se enferman más rápido, algunas personas que necesitan un nuevo hígado debido al alcohol aún se enfrentan a una burocracia cargada de estigmas que depende de la capacidad de una persona para mantenerse sobria antes de su trasplante.
Existen ciertas evaluaciones que se le hacen a los pacientes con enfermedades hepáticas causadas por el alcohol para poder ser incluidos en la lista de la recepción del hígado, como por ejemplo, si el paciente tiene algún indicio de que va a recaer con el consumo, no va a ser incluido en una lista, así como también si hay un sesgo hereditario se toma en consideración, otro problema sería la gravedad de la enfermedad, si se cree que el paciente no le queda más de un año de vida, no se puede incluir en las listas ya que a veces la recepción de un hígado puede tardar más de ese lapso.
Dando nuevos hígados a personas con adicción al alcohol
Según la evidencia científica, los tiempos han cambiado desde que se usó la insuficiencia hepática relacionada con el alcohol para mantener a las personas fuera de las listas de trasplantes. Ese cambio se inició en 1983, después de la primera Conferencia de Desarrollo de Consenso de los Institutos Nacionales de la Salud sobre el Trasplante de Hígado. Fue entonces cuando los profesionales comenzaron a jugar con la idea de que un período de abstinencia, por ejemplo, de seis meses a un año, podría calificar para que alguien pueda ser colocado en una lista de trasplante.
Antes de eso, las personas que necesitaban trasplante de hígado relacionado con el alcohol nunca tuvieron chance de estar en una lista de trasplante de hígado. La recomendación de los profesionales de la salud se basó en parte en la creencia de que un período significativo de abstinencia podría permitir la estabilización de la enfermedad descompensada, evitando así la necesidad de trasplante. El grupo también expresó su preocupación de que los donantes podría tener menos probabilidades de donar órganos si percibían que la mayoría de los receptores tenían una enfermedad auto infligida. Algunos pueden ver el trastorno por consumo de alcohol (TCA) y otras adicciones simplemente como una moderación personal deficiente o una fuerza de voluntad débil, pero la medicina moderna los ve con más consideración y empatía, tratándolos como enfermedades en lugar de deficiencias morales. Es importante que demuestren con abstinencia el deseo de apartarse del alcohol.
El trastorno por consumo de alcohol es altamente prevalente, altamente comórbido e incapacitante que a menudo no se aborda ni se trata adecuadamente, resumieron los autores del estudio. Agregaron que sus datos muestran una necesidad urgente de educar al público y a los responsables políticos sobre el TCA y sus alternativas de tratamiento, para desestigmatizar el trastorno y alentar a buscar ayuda a quienes no pueden reducir el consumo de alcohol por su cuenta, a pesar de los daños sustanciales a sí mismo y otros.
Una fuente de confianza de la Encuesta Epidemiológica Nacional sobre Alcohol y Condiciones Relacionadas sugiere que solo alrededor del 20 % de las personas con TCA reciben tratamiento en su vida. El estigma de buscar tratamiento para las personas con adicción sigue siendo un obstáculo que perjudica gravemente y disminuye la calidad de vida de estas personas, pero los investigadores confirmaron en este estudio que no todas las personas que recibían trasplante de hígado relacionados con el alcohol se mantenían sobrias durante los períodos de abstinencia obligatorios. Esto complica aún más una tendencia que ahora está aumentando después de 35 años de cambios de las prácticas de manejo de este serio problema, ya que es lamentable que se le asigne un higado sano a quien no desea dejar el consumo de alcohol porque irremediablemente estará condenado a perder nuevamente su hígado y le estará quitando a otra persona la oportunidad de vivir.
Mantente saludable, evita los trasplantes
La enfermedad hepática alcohólica es solo una de muchas enfermedades crónicas relacionadas con el estilo de vida y las opciones de alimentación saludable. En el estudio se concluye que para el manejo de estos y otros problemas médicos debe basarse en los principios de la primacía del bienestar del paciente (en la adopción de un estilo de vida saludable) y de maximizar la justicia social (información y educación acerca de los peligros del alcohol para la salud del hígado). Por lo tanto, las decisiones médicas deben ser informadas y apoyadas por la evidencia científica con respecto a los resultados. En este momento, más de 13,000 personas están esperando un trasplante de hígado en los Estados Unidos, según la Red de Adquisiciones y Trasplantes de Órganos EEUU. Los hígados ocupan el segundo lugar de los órganos más necesarios detrás de los riñones, que tienen cerca de 95,000 candidatos registrados en espera de trasplantes. Solo alrededor del 30 % de los posibles receptores de hígado viven el tiempo suficiente como para incluso ingresar a una lista de trasplante.
El consejo final es que si quieres vivir más y mejor tienes que aprender a #RUMBEARSANO. Debes hacer todos los esfuerzos posibles para mantenerte bien informado sobre los riesgos de la toxicidad por alcohol, ya que es posible que un órgano fresco no esté disponible para cuando lo necesites.
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https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/fullarticle/2720757?guestAccessKey=619ceb32-99d0-4da3-9d5f-2aebb18e56a3