- Realizar actividad física: Los beneficios de la realización de actividad física han sido consistentemente observados en números estudios. La actividad física regular reduce la grasa hepática, incrementa la pérdida de peso y mejora el perfil metabólico.
- Consumo de dieta balanceada.
- Consumo de 2-3 tazas de café diario reducen aproximadamente 40% el riesgo de padecer cáncer de hígado en pacientes con enfermedad hepática.
- Evitar el consumo crónico y excesivo de alcohol. El alcohol es un carcinógeno potente para el hígado.
- Disminuir el consumo de cigarrillos. El cigarrillo contiene sustancia que son carcinogénicas.
- Vacunación masiva contra virus de hepatitis B (3 dosis)
- Identificación de casos de infección crónica por virus de hepatitis B y C así como el tratamiento respectivo en pacientes en quienes este indicado.
Los pacientes con enfermedad hepática crónica: infección crónica por virus de hepatitis B, virus hepatitis C, enfermedad grasa hepática, entre otras, deben acudir regularmente a la consulta especializada y realizarse exámenes periódicos como ecograma abdominal y alfa-fetoproteína (marcador tumoral) para el despistaje de cáncer de hígado, aun después de tratamiento.