RETARDA EL ENVEJECIMIENTO A TRAVÉS DE  HÁBITOS PODEROSOS

La inflamación crónica acelera el envejecimiento

Vivimos en un mundo lleno de estímulos, lo que hace que vivamos en una hiperactividad constante, esto muchas  veces nos lleva a tener una alimentación pobre en nutrientes, no ejercitar nuestro cuerpo y vivir en estrés o ansiedad permanente.

Tener el cortisol (la hormona del estrés) elevado en sangre por tiempo prolongado  conduce a un proceso de inflamación crónica de bajo grado en nuestro cuerpo, llevándonos al envejecimiento prematuro y a la aparición de enfermedades crónicas propias de la edad. 

El envejecimiento está condicionado a esta inflamación crónica de bajo grado, y el fenómeno se ha denominado “inflammaging“. Este es un importante factor de riesgo para acelerar el deterioro y muerte celular (nuestras células comienzan a envejecer o se suicidan lo que se conoce como apoptosis muerte celular programada), aumentando el riesgo de enfermar y morir. 

Factores que contribuyen al inflammaging

El inflammaging, según estudios comienza a manifestarse a partir de los 40 años de edad debido a los siguientes factores:

  • Pérdida de masa muscular. Después de los 40, tus músculos se convierten en grasa y la grasa genera potentes compuestos inflamatorios,  el envejecimiento empieza en tus músculos. 

Estudios indican que en promedio se pierden 2 kilos de músculo cada diez años. De aquí la importancia del ejercicio.

  • El paso del tiempo hace que tus neuronas pierdan flexibilidad y velocidad. Las sinapsis se ralentizan, por lo que te cuesta más trabajo concentrarte, encontrar palabras, tienes tendencia a olvidar dónde dejaste las cosas y a veces a recordar cosas. 
  • Desequilibrio hormonal. Las mujeres producimos menos progesterona y en ocasiones más estrógenos. 

La tiroides se vuelve menos activa, lo que tiene el mismo efecto en tu metabolismo y, como consecuencia, vas subiendo de peso, te cuesta conciliar el sueño, tienes cambios de humor, y sufres más de ansiedad y depresión.  

La recomendación sería comer y dormir bien, y hacer ejercicio para apoyar la desintoxicación y revertir los problemas hormonales. 

  • Una microbiota no saludable. El 70 % de tu sistema inmune se encuentra en tus  intestinos, así que este es el campo de batalla de la inflamación.  

Con la edad, las poblaciones de bacterias beneficiosas disminuyen. Tu tipo y variedad de microbiota  determina en gran parte cada aspecto de tu vida y salud. 

Una estilo de vida no saludable, donde tu alimentación está llena de harinas, azúcares ,  grasas trans y alimentos saturados que hacen que tu microbiota se altere y se desequilibre, permite un crecimiento importante de microorganismos patógenos que generan compuestos inflamatorios y debilitan a aquellos que generan compuestos antiinflamatorios.

Un desequilibrio de la microbiota (disbiosis)  puede generar con el tiempo el intestino permeable, el cual es probablemente la causa más importante de inflamación sistémica y del desarrollo de enfermedades inflamatorias,  autoinmunes, enfermedades crónicas relacionadas con la edad y envejecimiento prematuro.

Una alimentación alta en azúcar refinada y alimentos procesados, es una de las causas principales de la inflamación crónica.

  • La toxicidad. Aunque nuestros cuerpos están equipados con un sistema muy sofisticado de limpieza y desintoxicación,  la carga tóxica del siglo XXI está excediendo la capacidad que tiene nuestro cuerpo para depurar y desintoxicarse. Esto lleva a que aparezcan ciertas enfermedades, sobrepeso, problemas hormonales y cansancio entre muchas otras . 

Quizás no podamos impedir toda la toxicidad que nos invade, pero ya tenemos mucha información sobre cómo evitar gran parte de ella y cómo ayudar a nuestro cuerpo en el proceso de desintoxicación.

  • Alimentación inflamatoria. La alimentación es probablemente un factor importante que puede acelerar o frenar la inflamación asociada con el envejecimiento. 

Ciertos alimentos funcionan para retrasar el envejecimiento, pero existen muchos que la aceleran, la alimentación es el arma más poderosa que tenemos hasta hoy para modular el proceso de inflamación.

La inactividad física, el insomnio y una mala salud mental también pueden facilitar la aparición de inflamación crónica.

  • El sedentarismo y la falta de sueño. Funcionan como un dúo dinámico que puede favorecer la inflamación. Por desgracia, estos dos factores son muy comunes en personas después de los 40. Dormimos poco y mal, lo que  desequilibra los niveles de  cortisol, generando inflamación y sobre todo antojos por alimentos no saludables.

 Es necesario crear una rutina de sueño que nos permita alcanzar un sueño reparador e ininterrumpido. 

  • Salud mental. Pensamos que con comer bien y hacer ejercicio es suficiente para lograr ese estilo de vida saludable, pero nos olvidamos de lo importante que son nuestras emociones y pensamientos. 

Gracias a la ciencia, y sus estudios sobre “las zonas azules”, sabemos que la conexión mente cuerpo, vivir el hoy y ahora, meditación consciente, nuestro estado de ánimo, la comunidad en la que vives, que te sientas solo o no, que tengas relaciones positivas y, en especial, un propósito de vida funcionan como antídotos que retardan el envejecimiento. 

Enfermedades relacionadas con la inflamación de bajo grado

Muchos estudios científicos nos han demostrado que diferentes enfermedades relacionadas con la edad tienen como base la inflamación de bajo grado, entre ellas se encuentran: la aterosclerosis, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, sarcopenia, osteoporosis, cáncer, ansiedad, depresión, Alzheimer  y deterioro cognitivo. 

Así que podemos concluir que el envejecimiento es un factor biológico responsable del declive en la salud y del comienzo de la enfermedad y acelerador de los mecanismos de envejecimiento. 

El envejecimiento y la inflamación crónica se alimentan recíprocamente. 

Recuerda que son los hábitos saludables y poderosos, los que pueden ayudarte a sentirte joven, feliz y saludable.

ENLACES Y LINK RECOMENDADOS

  1. T Fulop (2021). Immunology of Aging: the Birth of Inflammaging https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34536213/
  2. Claudio Franceschi (2018). Inflammaging: a new immune-metabolic viewpoint for age-related diseases https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30046148/

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