¿Cómo afecta la obesidad al hígado?

5 Consejos para evitar la obesidad y el Hígado Graso, desencadenante de cirrocis hepática, primera causa de transplante de hígado.

¿Sabes Cómo afecta la obesidad al hígado? ¿sabes que el Hígado graso puede llegar a ser causante de cirrocis y desecadenar en la necesidad de un transplante? ¿Sabes cuántas personas en el mundo requieren un transplante?

El contexto

Para concientizar a todos del beneficio de dar vida, a través de la donación de un órgano, es que celebramos el 27 de febrero, Día Mundial del Trasplante. El trasplante de órganos es un acto donde el profesional de la salud implanta un órgano vascularizado de una persona en otra a través de complejos procedimientos quirúrgicos, permitiéndole dar otra oportunidad de vida. En la actualidad, el trasplante de órganos tiene un alto índice de efectividad.

Los órganos más trasplantados, son aquellos indispensables para conservar el equilibrio del organismo en el ser humano, entre los que se encuentran: riñón, corazón, pulmón, hígado y páncreas, aunque de igual forma, se realizan día a día trasplantes de múltiples órganos y tejidos.

Cirrosis, primera causa de trasplante de hígado

Sabemos que nuestro “héroe anónimo” el hígado, es el órgano interno de mayor tamaño, responsable de aproximadamente 500 funciones, entre muchas otras eliminar toxinas, procesar nutrientes, medicamentos y hormonas, también nos ayuda a procesar los alimentos, segrega bilis, producir vitaminas y proteínas que contribuyen en la coagulación de la sangre y la formación de anticuerpos del sistema inmune.

Sin embargo, el hígado, como cualquier otro órgano, puede llegar a enfermarse. Una de las enfermedades más comunes, es el hígado graso. Esta patología tiene causas diferentes, las principales en el mundo occidental son el alcohol y la obesidad, esta última sin ningún tratamiento farmacológico disponible en la actualidad, se está convirtiendo rápidamente en la principal indicación para trasplante de hígado por encima del alcohol.

Es importante mencionar que la primera causa del trasplante de hígado es la cirrosis, y el hígado graso es el primer peldaño de la escalera que conduce a la cirrosis hepática.

Los pacientes con cirrosis corren el riesgo de desarrollar complicaciones:

-Insuficiencia hepática con ictericia (coloración amarilla)

-Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)

-Sangrado de venas del esófago (ruptura de varices esofágicas)

-Confusión mental (encefalopatía o coma hepático)

Para estos pacientes, el único tratamiento efectivo es el trasplante de hígado, que requiere tratamiento de inmunosupresión post trasplante de por vida, condición a la cual no desearíamos llegar.

La obesidad y el hígado graso ¿Una crisis de salud pública mundial?

Hoy, más de la mitad de los adultos y un tercio de los niños en Europa y EEUU están clasificados con sobrepeso u obesidad, y la mayor proporción proviene de grupos socioeconómicos bajos, según reseña la evidencia científica.

Como consecuencia de estos niveles crecientes de obesidad, el hígado graso, se ha convertido en la causa más común de enfermedad hepática en los países occidentales, afectando a 1 de cada 4 personas.

El hígado graso, puede conducir en un 25 % de los casos al desarrollo de fibrosis y cirrosis hepática etapas más avanzadas de la enfermedad, inclusive cáncer de hígado.

Como médico, dedicada desde hace muchos años al manejo de enfermedades hepáticas, resulta apremiante para mí, informar sobre los riesgos relacionados con el hígado graso, la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2, como patologías que representan causas importantes de complicaciones cardiovasculares, diferentes tipos de cáncer y asociadas actualmente a la primera causa de trasplante hepático, el hígado graso.

Considerando que no en todos los países existen los recursos para realizar trasplantes de hígado y aun en los países desarrollados con extraordinarias unidades de trasplantes, cada día las listas de espera para ser trasplantado son más largas y muchos pacientes mueren en espera de turno, es importante tomar acciones y hacer un llamado a la prevención.

Afortunadamente, es mucho lo que se puede hacer, ya que los factores de riesgo más importantes de la obesidad y el hígado graso son el sedentarismo y alimentación poco saludable.

Acciones para evitar la Obesidad y el Hígado Graso

En mi blog de HigadoSano, como en mis redes sociales (Instagram, Facebook, LinkedIn y Twitter) incluyo siempre artículos que promueven la reducción del consumo de azúcar, alimentos ultra procesados, refrescos, harinas refinadas, carbohidratos simples y recomiendo:

Alimentación Rica, Fácil de preparar y digerir y Saludable (RFS). Basada en alimentación antiinflamatoria estilo mediterráneo, caracterizada por el alto consumo de vegetales sobre todo verdes, frutas, nueces, granos integrales, semillas, aceite de oliva, grasas saludables y carnes blancas.
Evitar tóxicos. Como el alcohol, hierbas, exceso de medicamentos y suplementos
Ejercicio regular. No menos de 150 minutos semanales (ejercicios funcionales anaeróbicos (cardiovasculares + resistencia)
Dormir bien. Descansar para reponer y reparar tejidos y funciones metabólicas y hormonales
Técnicas de relajación. Para un mejor manejo del estrés y actitud ante la vida. Vivir el Hoy y Ahora.

Ser feliz y Ser saludable es una decisión de vida que sólo puedes tomar tú. ¡Comienza Hoy! Evita un trasplante hepático.

Enlaces o links recomendados:

M. Lizarzabal García. (2021) Ebook Hígado graso: Enfermedad totalmente superable https://www.higadosano.com/producto/higado-sano-enfermedad-totalmente-superable/
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