La conexión increíble
Una pregunta común que se hacen quienes padecen una afección tiroidea, como la tiroiditis de Hashimoto es ¿También hay algún problema con mi sistema digestivo o con mi intestino?”. Entonces, ¿existe realmente una conexión entre la tiroides (una parte muy importante del sistema endocrino) y el sistema digestivo?
Intestino y Hashimoto
La salud de nuestro intestino está íntimamente ligada a la salud de todo nuestro organismo. Un intestino permeable, que permite el paso de sustancias no deseadas al torrente sanguíneo, puede desencadenar una cascada de reacciones inflamatorias que afectan a múltiples órganos, incluyendo la tiroides.
Un intestino permeable, es cuando nuestro intestino inflamado abre espacios entre sus células, permitiendo que sustancias tóxicas, bacterias, y otros agentes dañinos pasen a la sangre e invadan nuestro organismo, podemos desencadenar una reacción en cadena que culmina en enfermedades crónicas entre ellas autoinmunes como Hashimoto. En este escenario, la glándula tiroides se convierte en un blanco fácil para nuestro propio sistema inmunológico.
Que es la enfermedad de Hashimoto
La tiroides es una pequeña glándula con forma de mariposa ubicada en la base frontal del cuello que forma parte del sistema endocrino (hormonal). El sistema endocrino está formado por diferentes glándulas repartidas por todo el cuerpo que secretan y distribuyen hormonas. La glándula tiroides se encarga de gestionar el metabolismo del cuerpo, que a su vez desempeña un papel importante en la regulación de los niveles de energía, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca.
La enfermedad de Hashimoto es un trastorno autoinmune en el que la glándula tiroides se inflama crónicamente y hace que el cuerpo ataque sus propias células tiroideas sanas. Los síntomas de la tiroiditis de Hashimoto incluyen:
- Fatiga crónica
- Niebla mental
- Piel y cabello secos
- Movimientos intestinales irregulares
- Aumento de peso inexplicable
La tiroiditis de Hashimoto, enfermedad autoinmune que afecta a la glándula tiroides, es más común de lo que pensamos. Y aunque sabemos que lo que ocurre es que los autoanticuerpos atacan a la tiroides, ¿sabías que tu intestino podría estar jugando un papel clave en esta enfermedad?
Así lo demuestra un estudio publicado en Frontiers in immunology en el 2021, donde se analizó la microbiota intestinal (las bacterias que viven en nuestro intestino) de personas con Hashimoto y las comparó con personas sanas. Los resultados son sorprendentes ya que encontró que:
- Existía Disbiosis o microbiota intestinal desequilibrada: Las personas con Hashimoto tienen un desequilibrio en sus bacterias intestinales. Algunas bacterias beneficiosas, como las Bifidobacterium, estaban disminuidas, mientras que otras, como las Bacteroides, estaban aumentadas.
- La alimentación también juega un papel importante. Las personas con Hashimoto tienden a consumir menos frutas, vegetales y más proteínas animales, lo que puede afectar la composición de sus bacterias intestinales.
- Intestino permeable: Los investigadores encontraron niveles más altos de zonulina, una proteína asociada con un intestino permeable. Esto significa que sustancias tóxicas, dañinas pueden pasar del intestino al torrente sanguíneo y desencadenar una respuesta inflamatoria.
Este estudio demostró que el intestino permeable es una señal de advertencia de una enfermedad autoinmune. En personas con predisposición genética, el intestino permeable puede desencadenar la aparición de enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto y favorecer su desarrollo.
Por lo tanto, poder reducir el riesgo de permeabilidad intestinal, podría prevenir enfermedades autoinmunes y también mejorar drásticamente la salud general.
¿Qué debemos hacer para prevenir riesgo de intestino permeable?
Algunos factores que contribuyen a evitar intestino permeable son:
- Evitar el consumo de azúcar: Una dieta poco saludable rica en azúcar y fructosa, puede ser perjudicial para el revestimiento intestinal.
- No al Abuso en la ingesta de alcohol: Una cantidad excesiva de alcohol puede provocar un aumento de la permeabilidad intestinal.
- Alimentación saludable: Se ha demostrado que una dieta deficiente en nutrientes como la vitamina A, la vitamina D y el zinc, aumenta las probabilidades de sufrir permeabilidad intestinal. De manera similar, la falta de estos nutrientes también puede afectar en gran medida la función tiroidea.
- Manejar adecuadamente los niveles de estrés: El estrés crónico es un factor que contribuye a los trastornos gastrointestinales, incluido el síndrome del intestino permeable.
- Mantener a nuestro intestino sano: La mala salud intestinal está relacionada con el desequilibrio de las bacterias intestinales y su ecosistema. Cuando se altera el equilibrio entre las bacterias, se presenta permeabilidad de la barrera de la pared intestinal y esto se puede evitar con la inclusión de probióticos y prebióticos en tu dieta, aumentando el consumo de alimentos ricos en fibra.
Es esencial fortalecer el sistema inmunológico a través de una dieta rica en nutrientes, ejercicio regular y buen descanso, para apoyar las funciones corporales, desde la producción de energía, el equilibrio hormonal, la salud mental y, más específicamente, para prevenir el intestino permeable.
Aunque se necesitan más investigaciones, este estudio sugiere que la salud intestinal podría ser una pieza clave en el rompecabezas de la enfermedad de Hashimoto. Al cuidar nuestro intestino, podríamos ayudar a prevenir o mejorar esta condición.
ENLACES Y LINK RECOMENDADOS
- Leonardo César de Freitas Cayres. Detection of Alterations in the Gut Microbiota and Intestinal Permeability in Patients With Hashimoto Thyroiditis (2021)
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33746942/
- Jovana Knezevic. Thyroid-Gut-Axis: How Does the Microbiota Influence Thyroid Function? (2020)
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32545596/